Las nuevas tecnologías de inteligencia artificial (IA) requieren una enorme cantidad de etiquetas para procesar la información y diferenciar el contenido sobre el cual funcionan; una labor titánica que solo es posible gracias al trabajo de cientos de miles de personas que realizan tal etiquetado. Sin embargo, lejos de ser una fuente digna de empleo, esta actividad se convirtió en una nueva forma de explotación laboral.

Por jmorales

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